Ay. Marico, mierda. Mierda, mierda, mierda, mierda. Ya fue. Llora Humberto, llora que nadie te está viendo. Permítete llorar. Verga, mano. Coño e’ la madre. Yo sabía esta mierda, yo sabía. Por pendejo. Por intenso. Por insoportable. Respira hondo, huevón,…
La muerte
La neblina se autoinvitaba sin pudor, ni decoro. Ella le seguía de la cama al bus, al trabajo, al bar y a casa. Por más que tratara, no podía recordar cuándo había aparecido.