Si le hubieran preguntado cómo iba su día una hora antes, durante el incendio, hubiera respondido distinto. Ahora, frente a las cenizas, con el arma y los fósforos en la mano, estaba convencido de que era el mejor día de su puta vida. CrimenHumor negro Leave a Reply Cancel replyYour email address will not be published. Required fields are marked * Comment Name * Email * Website Post Comment Δ